No deberia ser tan dura conmigo misma, se que hay personas que la tienen peor que yo pero, la verdad, no creo que eso cambien en algo la situación.
Cuando comencé a leer el libro "las ventanas de ser invisible" me di cuenta que por más que no sea la mejor escribiendo o no tenga que contar, debo hacerlo, por que eso te libera un montón. Y creo yo, que es lo único que me gusta.
Pues así es como será. Escribiré como un diario sin los estúpido ni lo cursi.
Hoy, ¿Qué podría decir de hoy? Qué lloré, tal vez. Al finalizar mi libro me dio tanta alegría y en serio intente estar feliz pero no pude teniendo frente a mi la problemática situación de la alegría de otros.
Y quise gritar cuán estúpida me sentía pero no creo que sirva de algo.
Se qué no le contaría esto a nadie por eso lo escribiré aquí, aún cuando María o Eric lo lean, aunque lo dudo, no creo que tengan tiempo libre o ganas para leer esto.
Odio mi carrera, odio la universidad, mi madre tenía razón, no debí entrar sin estar segura y ahora estoy estancada en la infelicidad. Y yo trato, trato mucho por ser feliz y pretendo interesarme por mi carrera pero no me gusta. Me aburre y me hace infeliz, estoy segura que sí sigo aquí, dentro de 4 años no seré feliz. Y ¿Uno no debería estudiar algo que le gusté? Yo creo que sí, por eso ahora me arrepiento, odio mi carrera y odio la universidad.
Lo único que me hace seguir yendo ahí es las personas, he hecho muy buenos amigos y he conocido muchas personas amables que me daría pena perder. Y sobre toda las cosas, sigo yendo ahí por mis padres, por que ver esa pequeña mirada de orgullo cuando hablo de mis maquetas o colores o planos. O cuando mi padre viene con sus amigos y me ven haciendo tareas, mi padre orgulloso les dice: "Esta estudiando arquitectura de interiores" y me hace sentir tan bien, si tan sólo supiera que no me gusta, probablemente odiaría ese momento.
Se qué es estúpido que lo escriba y no pida ayuda o consejos, pero honestamente ya se que dirán y no quiero afrontar la realidad, prefiero fingir hasta que termine y me vuelva una adulta joven infeliz, luego trabajar y seguir siendo infeliz hasta que un día las personas que se sintieron orgullosas por mi algún día, mueran.
Se qué suena malo, pero así será. Tal vez mi misión es complacer a las personas.
Cambiando de tema, hoy vi algo hermoso, algo que me hubiera gustado tener. Y me di cuenta que prefiero ver a alguien feliz con una persona a que ver a ese alguien triste conmigo. Me di cuenta que soy de los que pone la vida de los demás como prioridad llamándole a eso amor.
Yo fui la que le dijo a Luis Gerardo que llamara a Gianella, yo fui quien los reconcilió, yo fui la que se emocionó cuando se besaban bajo el árbol. Y yo fui quien lloró bajo las sábanas después.
Y ahora seré yo la que le de confianza para confesar su amor. Y luego seré yo quien lloré bajo la tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario