mayo 06, 2013

Hoy, en el bus.

Debo decir que me he sentido muy bien hoy día, sin embargo hay algo inquietando mi cabeza. ¿Es normal sentir enfado por algo muy pequeño, pero un enfado enorme? Por qué eso siento de vez en cuando y no es con personas que conozco, sino con extraños.
Hoy por ejemplo, debo decir que me sentí mal después de hacerlo pero sentía que era lo correcto.
Tome un bus para ir a mi casa y sé que los cobradores no son las persona  más educadas pero he conocido a algunos que son lo suficiente, como una persona debería. El cobrador del bus de hoy, no era para nada educado, no se qué hubo, pero comenzó a gritarle a un pobre señor que no podía mover su carro, y al principio pensé que tal vez el cobrador estaba molesto por que no habia alguna señal para saber que había un auto descompuesto, pero el cobrador le gritaba como sí hubiera hecho la peor acción que te puedes imaginar, le gritaba con odio, con desagrado. Y me dio demasiada cólera, tenía ganas de pararme y empujarlo a la pista, era un enojo que no podía controlar, por suerte recordé que tenía mi libro conmigo y lo leí para olvidarme de eso.
Todo estaba bien, hasta que llegue a mi paradero, debido a que no hay un letrero de 'paradero' , tengo que avisar con más tiempo, y eso hice. Me pare a 2 cuadras y dije: "Semáforo", es ahí cuando el cobrador enojado me dijo: "no me lo tiene que gritar". Juro que ahí perdí la razón, perdí toda esa calma que tenía, toda esa alegría, se que suena exagerado pero así lo sentí. Y sin pensarlo respondí: "Fue a propósito, quería ensordecerlo para que volteara a gritarme y me golpée la cara hasta que no pueda reconocerme al mirar a un espejo, pero no lo hizo, así que ganó"
No puedo imaginar lo que las personas pensaban en ese instante de mi, de mi acción, de mis palabras, sólo se que todos me comenzaron a ver y me sentí tan estúpida, y con ganas de llorar.
Pero bajé del bus y me fui pensando en cada palabra qué dije, en cada mirada de las personas y en el cobrador. Fue como cuando confiesas tu amor a una persona y al irte lo único que pasa por tu cabeza es esa escena, así fue. Todo pasaba en mi cabeza y estaba demasiado enfadada, con el cobrador, con las personas, conmigo.

Sólo esperó que alguien haya pensado que fue gracioso.

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