octubre 12, 2012

Segunda Escritura, Julio 2012

Eres parte del tráfico ahora.
Yo me apresure, subí las escaleras lo más rápido que pude. 
Llegué cansada y vi ese lugar vacio de ti, lleno de ausencia. Tú ya te habías ido.

Me pregunté que hubiera pasado si hubiera llegado 30 minutos antes, ¿Te hubiera encontrado solo? ¿hubieras estado con alguien? Yo no soy la única que te ve como pretendiente, no soy la única que se pierde en tus ojos y se emboba en tu sonrisa. Pero espero que no veas a nadie interesante a parte de mi, solo a mi.
Yo quiero ser tu persona interesante. 

¿Qué me hubieras dicho si e hubiera alcanzado a ver? Tal vez nada, tal vez "hola". "Hola" o mi nombre, eso dices siempre para llamar mi atención. Me hubieras mirado con tus ojos que envuelven los míos  tu cálida mirada, tan cómoda, tan tú.
 Yo quisiera tener algún super-poder como tú, quisiera hacerte sentir cómodo, tranquilo, feliz y muchas otras emociones que quieras pero yo no tengo nada para darte. No tengo una mirada, sonrisa, palabra o pensamiento que te haga sentir lo que yo siento por ti. Es por eso que a veces pienso que es mejor que tú y yo estemos separados, por que no podría permitir que tú, un ser tan perfecto este al lado de alguien tan desordenada como yo.

GUERRA-DESTRUCCIÓN
Todos los días hay una guerra en mi cabeza, en el sur están los que dicen que "sí", los que creen que tu u yo somos perfectos juntos; por otro lado el norte, los que dicen que tú debes estar lo más alejado a este desorden. Los del sur están aliados con los del este, ellos piensan que tú podrías ordenar esta cabeza llena de malas acciones y pensamientos negativos; y al oeste están los aliados del norte, que piensan que yo podría pasarte mis defectos y volverte imperfecto.
No sé sabe quien ganara, ambos usan mismas estrategias, mismas armas, mismos ataques.
Cada día hay una guerra en mi cabeza y eso está bien porque si todo fuera sur podría sufrir cuando sepa que tú no me querrás, y si todo  fuera norte me arrepentiría de no sentir lo que puedo sentir.

Oh, Rodrigo, me siento Helga de "Hey Arnold", porque estoy tan infectada de ti desde que te vi, desde que me ayudaste en clases, así como Helga cuando Arnold compartió su paraguas. Quisiera tomarte una foto, ponerla en un relicario y admirarte después de ser mala contigo. Rodrigo, voy a comprar un vestido rosa, me pondré un gran lazo, uniré mis cejas y podrás llamarme Helga G Pataki, tu seras llamado Arnold. Arnold, el chico con apellido innombrable de buen corazón con una adicción a los desafíos y una gran admiradora, yo.
Oh Arnold, Oh Rodrigo, haz hecho que escriba sobre ti más de una vez en una semana

Rodrigo, nunca te he llamado por tu nombre, aun cuando me llevaste a bolar en esa máquina con una fácil multiplicación. El martes, oh, martes donde volverás a la vida y contigo volverá mi dulce y extrema felicidad. 
Rodrigo, me gusta escribir tu nombre. 



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